jueves, 11 de noviembre de 2010

Política energética II. Desafíos y oportunidades de la política nuclear argentina.

En los últimos cinco años, los países occidentales han empezado a considerar cada vez más la reactivación de la tecnología nuclear. Varios son los motivos que llevan a esa consideración.
En primer lugar, el encarecimiento y la inseguridad en lo referido al abastecimiento de  combustibles fósiles (petróleo y gas natural). En segundo lugar de importancia están, cada vez con mayor relevancia, los factores ambientales ligados al cambio climático y las emisiones de gases de efecto invernadero de las cuales los combustibles fósiles son por lejos los mayores aportantes. La falta de un reemplazo seguro de los combustibles fósiles conduce, a nivel global, a explorar todos los tipos de energías que puedan llegar a reemplazarlos. Ningún tipo de energía puede, por sí sola, reemplazar a los combustibles fósiles usados actualmente. Por ello se necesita desarrollarlos a todos.

Países con plantas de energía nuclear.

La energía nuclear, luego de una suspensión de las actividades por más de veinte años, se está volviendo a considerar como técnica y económicamente apropiada para cubrir parte de los requerimientos energéticos mundiales. Este "renacer" nuclear, aún incipiente, trae consigo un reforzamiento del régimen internacional de no proliferación y una nueva vuelta de tuerca del dominio técnológico de los países centrales, amplios poseedores de la tecnología, respecto de los países que no la poseen.

Argentina no escapa al contexto de la crisis energética internacional. La privatización de los recursos petroleros y gasíferos realizados en la década de los ’90, sumado a la crisis que comenzó en 1998 y tuvo su pico en el año 2001, hizo que los recursos petroleros del país actualmente se encuentren en una situación crítica: poca exploración en busca de nuevos yacimientos, mucha producción en los yacimientos conocidos y menos de 10 años de relación reservas/producción para petróleo y gas natural. De seguir así, en 20 años estaremos importando no sólamente la mitad del petróleo y el gas que se consume en el país, sino que también la mitad del gas oil y nafta.

El sistema eléctrico también se modificó en esos años. Las nuevas regulaciones del mercado eléctrico, cuando la iniciativa privada era la que marcaba el ritmo y la dirección del desarrollo, llevó a una sobreutilización de gas natural para la producción de energía eléctrica. Esta regulación no encuentra la solución para el largo plazo, ya que depende muy fuertemente del sistema de incentivos que dan los precios de los combustibles, precios que son altamente variables y no son fáciles de estimar. 

La matriz energética en Argentina está comprometida por su excesiva dependencia de un solo combustible que comienza a escasear y cuyos costos son cada vez mayores. En aquella época, los grandes proyectos hidroeléctricos y nucleares fueron dejados de lado por un Estado que se desentendió de las actividades centrales de promoción y guía de la economía. Dentro de los próximos 20 años prácticamente se deberá duplicar el parque actual de máquinas y pasar de 25000 MW a 50000 MW de potencia instalada; por tanto la energía nuclear surge como una alternativa para cubrir parte de esas necesidades.

En el año 1994 se promulgó la Ley Nacional de la Actividad Nuclear Nº 24.804 con la clara intención de privatizar las centrales nucleares. Esa ley dividió a la antigua CNEA en tres organismos diferentes: la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN), Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NA-SA) y CNEA. La ARN es la autoridad de aplicación en todo lo referente a normativa nuclear y su creación responde a la lógica de la privatización. Una actividad tan sensible como es la nuclear debe contar con un ente regulador independiente que tenga la capacidad suficiente de control. NA-SA es la operadora de las centrales nucleares y según la ley está sujeta a privatización por parte del Poder Ejecutivo Nacional. En CNEA quedaron las actividades de investigación y desarrollo, asimismo como algunas actividades productivas que según la ley también estaban sujetas de privatización. 

La privatización de las centrales nucleares no se llevó a cabo y NA-SA continua siendo una Sociedad Anónima controlada por el Estado. Actualmente NA-SA lleva adelante la finalización de la central nuclear Atucha II, hito fundamental del renacimiento nuclear en el país y de la recuperación de las capacidades nucleares argentinas. La transformación de NA-SA en una empresa privada, con el objeto de construir, operar y mantener las centrales en plena concordancia con las políticas energéticas nacionales le permite tener la agilidad y consistencia en el tiempo para encarar este tipo de proyectos que por su magnitud exceden períodos electorales. La adquisición de capacidades que está haciendo NA-SA con Atucha II permitiría, profundización de la política nuclear mediante, transformarse en una empresa de construcción y operación de centrales nucleares.

En noviembre y diciembre del año 2009 se produjeron dos hechos relevantes que marcan la profundización que mencionamos. Mediante el decreto Nº 1760/09 se conformó un paquete accionario del 20% de NA-SA que pasó a CNEA y mediante la Ley Nº 26.566 se declararon de interés nacional las actividades de extensión de vida de la central nuclear Embalse, la cuarta central nuclear y la construcción del prototipo CAREM-25. 

Con el decreto se revierte la política de desguace de los años ‘90, volviendo a dar una dirección política al accionar de una empresa que se quería privatizar. Mediante la ley se da un firme apoyo nacional al financiamiento de esas actividades. La extensión de vida de Embalse será financiada por la Corporación Andina de Fomento (CAF) siendo el promer proyecto nuclear financiado por un organismo multilateral de crédito (dada la solvencia técnica y económica del proyecto).

Nuevas instalaciones de INVAP en Río Negro.
El Sistema Nuclear Argentino se completa con varias empresas (todas con diferentes grados de participación accionaria de CNEA) que cierran lo que se denomina el “ciclo de combustible nuclear”. CONUAR (combustibles nucleares), FAE (aleaciones especiales) y DIOXITEK (fabricación de pastillas de UO2 -dióxido de uranio- para los combustibles nucleares) producen los diferentes componentes de los combustibles nucleares que utilizan las centrales argentinas. La empresa INVAP se dedica al desarrollo de tecnologías de avanzada con una fuerte impronta nuclear. Fue creada mediante un convenio entre CNEA y la provincia de Rio Negro y con la venta del reactor de investigación a Australia concretó la mayor venta de tecnología llave en mano realizada por una empresa Argentina.

Aún contando con la fabricación local de los combustibles, su materia prima -el mineral de uranio- se dejó de producir en el país por razones estrictamente económicas en el año 1996. Desde ese año en adelante se importan las 120 toneladas de uranio anuales necesarias para hacer funcionar a los reactores nacionales. No producir uranio en el país debilita al desarrollo de todo el sistema. Si bien se conocen reservas en el país que servirían para abastecer durante más de 50 años a las centrales nucleares estos no están en producción.

La decisión de producción de uranio nacional es estratégica, se trata nada menos que mantener el control de los recursos que promueven el desarrollo del país. El decreto reglamentario 358/97 de la ley 24.804 menciona razones de índole estrictamente económico para la decisión de producción de uranio en el país, toda una declaración política sobre qué se esperaba del sistema nuclear.

En los últimos años y en muchos lugares del país se empezó a cuestionar todo tipo de actividades productivas, en especial la minería. En algunos el reclamo se hace con una visión eco-fundamentalista, mientras que en otros ámbitos el reclamo es contra la actual Ley Nacional de Inversiones Mineras Nº 24.196, que beneficia en buena medida a las grandes inversiones, sin ningún beneficio claro para los pueblos cercanos. Estos movimientos derivaron en normas que limitan o directamente impiden la minería en varias provincias. Así, el Complejo Minero Fabril San Rafael, ubicado en la Provincia de Mendoza, continúa cerrado por falta de definición política, con leyes provinciales en contra de la minería y una sociedad fuertemente influenciada por intereses contrarios a la reapertura de la mina.

Para un desarrollo armónico y sostenido en el tiempo, es necesario incrementar el nivel de reservas con una mayor exploración y asegurar los recursos nacionales para la producción de uranio. Para ello debe asegurarse la viabilidad política, técnica, económica y ambiental de la minería del uranio. En el corto y mediano plazo, Argentina tendría asegurado el abastecimiento con la entrada en producción de San Rafael y de Cerro Solo (Provincia de Chubut). Se debería unificar, entonces, la legislación para que responda a los requerimientos de la sociedad y el país.

El dominio integral de la tecnología nuclear para fines pacíficos (energía, aplicaciones, medicina) es el objetivo central para Argentina. Así, el desarrollo de la industria nuclear fue creciendo en capacidad y complejidad a lo largo de estos casi sesenta años de historia de CNEA. 
Atucha II
La decisión de la tecnología de centrales de uranio natural con agua pesada fue una decisión estratégica y acertada para la época; permitió el continuo incremento de la participación argentina (industrial, organizativa y científica) en la construcción de las centrales nucleares Atucha I, Embalse y permite que actualmente NA-SA esté terminando Atucha II.

Si bien las centrales de uranio natural con agua pesada todavía pueden aportar mucho al desarrollo del país, Argentina está dispuesta a dar el siguiente paso. Con el manejo y la consolidación de la tecnología de enriquecimiento Argentina entra en el camino de las centrales de uranio enriquecido y agua liviana, donde se encuentra el presente y el futuro cercano de la generación nucleoeléctrica. En esa dirección Argentina diseñó un reactor innovativo inherentemente seguro, el CAREM.

Este reactor, del cual ahora se está iniciando la construcción del prototipo, es un reactor pensado para Argentina por argentinos. Incorpora mejoras que lo hacen un reactor único en el mundo, superando en seguridad mediante sistemas pasivos a todos los reactores existentes. El CAREM es un reactor considerado pequeño y mediano (en sus diferentes versiones) que se ajusta a los requerimientos del país y a los de países con pocos requerimientos energéticos y redes eléctricas débiles. Esto demuestra la ventaja que tiene el CAREM sobre los reactores que se ofrecen en el primer mundo (hechos por países del primer mundo, pensados para los requerimientos y demandas del primer mundo). El diseño del CAREM es de principios de los años ’80, pero el desinterés de los sucesivos gobiernos retrasó su desarrollo hasta ahora.  

Equipos para radioterapia
 de producción nacional
Otro ámbito donde el papel de CNEA resulta imprescindible es en la producción y el desarrollo de tecnologías de radioisótopos. Estos se usan mayormente en la industria medicinal para terapias de diagnóstico y tratamiento. Hacer accesible a toda la población de este tipo de tecnologías en centros de medicina de avanzada, es una tarea que tampoco se puede dejar a la lógica del sector privado. El Estado debe entender en la salud de la población y asegurarle un estándar elevado.

La investigación y desarrollo en temas nucleares genera muchas líneas de trabajo en temas no nucleares. La nanotecnología, los materiales, la química, la tecnología de paneles solares y otras, son tecnologías que no podrían haber alcanzado un desarrollo tan importante en argentina si no fuera por los equipos de investigadores y científicos que se iniciaron con temas nucleares. CNEA, siendo un organismo pequeño, es uno de los que mayor influencia tiene en la producción de conocimientos en diferentes campos de las ciencias.

Desarrollar tecnología e industrias que deriven de ellos, fortalecer al sistema productivo argentino, forman parte de la misión de esta CNEA del año 2000. Si bien la tecnología del futuro puede superar (y de hecho lo hará) a la tecnología nuclear, Argentina no podrá entenderla y menos usarla si ahora no refuerza las capacidades nucleares.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Prespuesto 2011. La “Ley de Leyes”

 
Hoy se tratará en la cámara baja el proyecto de Ley de Presupuesto de la Administración Nacional plurianual 2011-13. El proyecto elevado por el Ejecutivo cuenta con dictamen de mayoría. Sin embargo, existen otros dos proyectos con dictámenes de minoría, ambos del denominado grupo A. Uno presentado por los bloques de la UCR, PRO, Peronismo Federal, GEN, etc., y el otro por el diputado Lozano.

De una rápida revisión de ambos dictámenes de minoría se pueden observar una serie de errores e inconsistencias técnicas que derivarían, lisa y llanamente, en la paralización de la administración presupuestaria, entorpeciendo la estrategia de financiamiento y anulando planes de obras. La aprobación de alguno de esos dos dictámenes implica romper la tradición parlamentaria de permitir al Gobierno el establecimiento de los lineamientos básicos de la política económica. Asimismo, le quitan al Poder Ejecutivo una serie de Facultades esenciales en materia de administración y gestión requiriendo para su ejecución del dictado de Leyes que implicarían tiempos extensos, lo demuestra la experiencia reciente en materia legislativa, que nada tienen que ver con la velocidad que exigen esas cuestiones.


Comparativo variables macroeconómicas.

Dictamen UCR, PRO, Coalición Cívica, Peronismo Federal vs Proyecto del Ejecutivo
- Mayores recursos: estiman mayores recursos que el proyecto oficialista debido al mayor crecimiento, mayor inflación estimada y mayor tipo de cambio (que implica mayor recaudación por aranceles y derechos).
- El mayor gasto se destina principalmente a afrontar el 82 % móvil contemplado en ese proyecto.
- Asimismo, quitan el financiamiento, a través del superávit de ANSES, que poseen los programas Conectar igualdad y la Asignación Universal por hijo. De esos gastos se haría cargo directamente el Tesoro de la Nación.
- La inflación proyectada se vuelve una necesidad fiscal. De la revisión del dictamen surgen evidencias claras que permiten interpretar que han planteado el mayor gasto por la implementación del 82 % móvil, y luego buscaron cerrar la brecha deficitaria a través de la inflación, utilizándola como variable de ajuste. Es por esto que les da una inflación altísima: 25 %. El problema es que de esta manera la inflación se vuelve una necesidad fiscal para hacer caja y cumplir con los haberes previsionales comprometidos. Por lo tanto, el ejecutivo estaría incentivado a trabajar para que los precios aumenten y lleguen a la pauta inflacionaria presupuestada. Quienes utilizan a la inflación como arma para castigar al Gobierno no basta que escriban dos párrafos para demostrar su doble discurso ya que terminan promoviéndola, y de ese modo nos “recuerdan” lo poco que entienden de gestión.
Asimismo, y más allá de la discusión técnica, no dejemos de recordar lo que dijo la Presidenta de la Nación mediante Decreto 1482/2010: “Quienes han declarado emergencias previsionales y aplicado descuentos a los haberes públicos y jubilaciones, salvando la coyuntura y su incapacidad afectando los derechos de los que menos tienen, no aparecerán, por más disfraz que se pongan para encubrirse, como adalides de una justicia social en la que no creen.”
- El fuerte incremento de precios proyectado haría caer el tipo de cambio real generando pérdida de competitividad, en un contexto en el que las exportaciones están jugando un rol fundamental en la conformación de la demanda agregada.

Dictamen Lozano vs Proyecto del Ejecutivo
- El proyecto establece un superávit financiero inexistente. Luego de establecer en los artículos 1, 2 y 3 que los ingresos serán menores a los gastos, en el artículo 4° determinan que la Administración Nacional se encontrará con un resultado positivo al cierre de 2010. A aplaudir porque esto es algo nuevo y sorprendente!
- Mayores recursos: se deben al mayor crecimiento y mayor inflación estimada. Asimismo, propone subas en tributos que elevan la presión tributaria en 6 % del PBI (cargas patronales, eliminación de exenciones de ganancias, etc.).
- El mayor gasto se debe, principalmente, a la instauración del 82 % móvil y a la ampliación de la Asignación Universal, etc.
- Este proyecto conspira contra la soberanía fiscal alcanzada por el gobierno en los años de gestión ya que propone un déficit fiscal, y mayor presión tributaria que se transmitiría en mayor inflación. Hace años que los meteorólogos económicos que añoran décadas pasadas vienen pronosticando que el superávit fiscal se licua. Sin embargo, la realidad nos sigue mostrando la robustez de las cuentas públicas.  
- No proyecta el tipo de cambio, por lo que dada la inflación que estiman, se generaría una caída el tipo de cambio real, con una pérdida de competitividad.
Cuando el Ministro de Economía expresa que se quieren paralizar las obras prioritarias del país no exagera. Ambos dictámenes  eliminan los artículos que posibilitan  el financiamiento de esos proyectos. Si el Tesoro está sobrecargado por el planteo de la recomposición de los haberes previsionales, y no se permite el financiamiento de las obras, ¿de dónde salen los fondos para la ejecución de la obra? No solo se debe pensar que se imposibilita la ejecución de nuevas obras, sino que se detienen las que están en marcha, y una inversión que no se termina es la peor de inversión que se pueda realizar.

Poblaciones beneficiadas GNEA y gasoductos regionales.
A su vez, y a modo de ejemplo se menciona también la eliminación por parte de los grupos opositores del los artículos que crean cargos para financiar gasoductos como el GNEA (que permitirá el acceso al servicio de gas natural del Noreste argentino, abarcando el territorio de las Provincias de SALTA, FORMOSA, CHACO, SANTA FE, CORRIENTES Y MISIONES) y otros gasoductos regionales. La eliminación de esos artículos impediría la ejecución de esas obras que benefician a 260 localidades de 20 provincias y que permiten el objeto verdaderamente federal de acceso igualitario al servicio de gas natural por red y la conectividad energética sudamericana. Estos artículos evitan comprometen directamente las cuentas Tesoro, y se basan en criterios de justicia social. Quienes desde hace décadas disfrutan las ventajas del acceso al servicio contribuirían, en la medida de sus posibilidades, a repagar las obras en cuestión.

Conclusión: más allá de las fuertes inconsistencias técnicas, la falta de seriedad en los planteos, y la marcada intencionalidad para trabar la gestión gubernamental que contienen ambos dictámenes, se pueden observar una serie de condimentos explosivos que han determinado otras crisis recurrentes en nuestro país: retraso del tipo cambiario frente a los precios, endeudamiento creciente el Estado, incentivos a la alta inflación y planteo de la misma como necesidad fiscal. Asimismo, entorpecen los planes de financiamiento y generan una potencial paralización de obras de infraestructura básica y social que generar empleos a más de 380.000 argentinos.




lunes, 8 de noviembre de 2010

Política energética. Enriquecimiento de uranio en Argentina: Retomando el camino del crecimiento.

Este año la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) cumplió 60 años. A lo largo de ellos, muchos y variados logros ahora posicionan a Argentina como un destacado jugador a nivel mundial por su firme compromiso con los usos pacíficos de la energía nuclear. Con la reconsideración de la nucleoelectricidad como un instrumento relevante para el abastecimiento energético, el mundo está volviendo a separarse entre los que tienen la tecnología y los que no. No importan las diferencias entre los que tienen, siempre se van a poner de acuerdo para bloquear el desarrollo de los que no. Si uno quiere un verdadero desarrollo de la actividad nuclear en el país, necesita del desarrollo autóctono de todas las tecnologías que la componen.

Este renacimiento nuclear que está ocurriendo en el mundo viene de la mano de muchas iniciativas internacionales que aparentan ser muy lindas y ecuánimes, pero que en el fondo son otra forma más de perpetuar la estructura de poder mundial. Una de estas iniciativas es la multilateralización del ciclo de combustible nuclear que está llevando adelante la Federación Rusa con otros países ex-satélites de la ex-URSS. Pretende desarrollar Centro Internacional de Enriquecimiento de Uranio bajo su control, vendiendo el uranio enriquecido a los países que se adhieran a este centro bajo salvaguardias completas, negando el acceso a las tecnologías de enriquecimiento. Esto, llevado a la filosofía del señor de los anillos sería lo que es el “un anillo para dominarlos a todos”.

El enriquecimiento de uranio, siempre estuvo asociado en el imaginario colectivo a su uso en armas nucleares por parte de líderes arrogantes que lo único que quieren es desestabilizar el “tranquilo” orden mundial. Esta imagen cínica del uso de esta tecnología no es caprichosa. Con estos discursos se quiere condicionar, mediante el manejo de la opinión pública, el uso de tecnologías que sirven para economizar y ahorrar recursos energéticos. Impidiendo el desarrollo de la tecnología por medios políticos es la forma más fácil de asegurarse su predominio.

Enriquecimiento, ¿Para qué? Ya en 1965 Argentina había iniciado los debates sobre el desarrollo de su parque de generación nucleoeléctrico con la famosa discusión de uranio natural más agua pesada versus uranio enriquecido más agua liviana. La disputa se volcó hacia el primer tipo de tecnología por las múltiples ventajas que presentaba para el modelo de desarrollo adoptado en Argentina. En aquella época, una central de uranio enriquecido y agua liviana planteaba interrogantes (que aún hoy siguen vigentes) sobre el abastecimiento del combustible de la central. Si no se posee el enriquecimiento de uranio habría que importar los combustibles y no se estaría nada mejor en cuanto a la seguridad del abastecimiento. Por esta y otras causas, finalmente se decidió que las centrales a construir iban a ser de uranio natural y agua pesada. Así se construyeron Atucha I, Embalse y se comenzó a construir Atucha II hasta que fue suspendida su construcción.

¿Cuál es ese modelo de desarrollo? El modelo de desarrollo que siempre guió el accionar de CNEA fue el de integrar las actividades derivadas del conocimiento de la energía nuclear a la matriz productiva del país (o lo que es lo mismo, que las industrias del país sean las que se involucren con el desarrollo de la energía nuclear). CNEA no es un gheto de científicos aislados de la realidad nacional que realizan investigaciones que solamente a ellos les interesan (como a muchos de sus detractores les gusta pensar). Cada desarrollo que esta institución llevó adelante lo hizo pensando en su integración con la estructura productiva del país y pensando en el desarrollo del mismo. Inclusive fue aquí mismo que se desarrolló la teoría del triángulo de Jorge Sabato sobre la vinculación entre Gobierno, Industria e Instituciones de Investigación (Universidades, etc.) ampliamente reproducida en muchos lugares del mundo.

Complejo tecnológico Pilcaniyeu, Río Negro
Entonces, si Argentina había decidido seguir la línea de reactores con uranio natural, por qué quería el enriquecimiento? Por una parte, Atucha I, Embalse y pronto Atucha II pueden funcionar con uranio levemente enriquecido (ULE). De hecho, Atucha I ya funciona con combustibles que poseen ULE  en vez de uranio natural. Esto implica un ahorro en los costos de combustible del 30%, una reducción del 20% en el uranio requerido y un ahorro del 10% de los costos de generación. O sea, el uso de ULE mejora sensiblemente la ecuación de costos de centrales que por sí ya son competitivas. Y esto está solamente referido a las centrales de uranio natural con agua pesada.

La discusión previamente mencionada de qué tipo de tecnologías seguir no era una discusión definitiva, se trataba esencialmente, de cuál era el mejor camino que podía seguir Argentina para acceder a las tecnologías de centrales nucleares sin una dependencia excesiva del exterior. La estrategia desarrollada fue exitosa en varios aspectos, el más notorio es que Atucha II está siendo terminada por empresas argentinas con muy poca colaboración del exterior. Pero esa estrategia no terminaba con la adopción de una tecnología para siempre, sino que contemplaba la forma en que Argentina se insertaría entre los países poseedores de tecnología nuclear. Ahora, con el resurgimiento de la actividad nuclear en el mundo, el país debe retomar las investigaciones y desarrollos en energía nuclear para insertarse de una manera plena.

La estrategia del gobierno tiene dos ejes principales: 1) el desarrollo que CNEA está haciendo con el prototipo de la central nuclear CAREM-25 y 2) la decisión sobre la que será la cuarta central nuclear. Para la cuarta central, el gobierno está haciendo lo que se hace cuando uno quiere comprar algo de manera inteligente, consulta con todos los proveedores, pensando en el fin último de lo que esto representa (participación local de la industria, financiamiento, transferencia de tecnología y fabricación en el país de los elementos combustibles). Eso, a nivel gubernamental consiste en hacer acuerdos entre países mientras que los organismos técnicos (CNEA y Nucleoeléctrica Argentina -NA-SA) se relacionan con sus pares y realizan las comparaciones para establecer cuál es la central que más le conviene a Argentina. Todavía no se definió qué tipo de central será y todo depende de dos factores esenciales: que el proveedor esté dispuesto a realizar transferencia de tecnología y que también financie la obra. Esto puede significar que la cuarta central nuclear sea de uranio enriquecido y agua liviana.

La central nuclear CAREM es un desarrollo nacional, del cual se está realizando el prototipo de 25 MW eléctricos de potencia. Esta central luego puede ser escalada a 100 - 150 o hasta 300 MW dependiendo de las variantes tecnológicas que se incluyan. Esta central nuclear está en condiciones de convertirse en el mediano plazo en la central nuclear que abastezca las necesidades energéticas de Argentina y que también pueda ser exportada a otros países.

Estos dos ejes si algo tienen en común es que ambos reactores usan combustibles de uranio enriquecido. Si uno quiere asegurarse el abastecimiento seguro de la central, debe asegurarse el manejo de la tecnología.

Por estas razones el desarrollo de las tecnologías de enriquecimiento es fundamental para Argentina. Se trata nada más ni nada menos que de encontrar soluciones argentinas para problemas argentinos. Soluciones para enfrentar el sostenido crecimiento económico, soluciones que implican el desarrollo de la ciencia y la tecnología local, que harán que las empresas argentinas las construyan y abastezcan. De esa manera el país crece en conocimientos y capacidades.

Cristina Fernández durante los festejos
            del 60 aniversario de CNA
La visita de la presidenta Cristina Fernandez de Kirchner a la CNEA en su 60 aniversario, en ese sentido es alentadora y saludable, para que el mundo entero vea que cuando uno está comprometido con el crecimiento y el desarrollo de una nación, todo se puede.